
En la búsqueda de la propiedad perfecta, es esencial realizar un análisis detallado que abarque diversos aspectos en la compra de propiedades. Ya sea que estemos considerando una inversión, una vivienda propia o la posibilidad de alquilar, cada caso requiere un enfoque específico.
Propósito de la propiedad:
Define claramente el propósito de la propiedad: inversión, vivienda permanente o alquiler a corto/largo plazo.
Analiza cómo este propósito afecta el valor y la idoneidad de la propiedad.
Evalúa la orientación de la propiedad y cómo afecta la exposición al sol y la ventilación natural.
Considera el diseño arquitectónico existente y su eficiencia en términos de iluminación natural y circulación de aire.
Reconoce que, en propiedades ya construidas, puede haber limitaciones para modificar aspectos ambientales, por lo que es esencial adaptarse a las condiciones existentes.
Examina la proximidad a servicios esenciales como escuelas, hospitales, supermercados y transporte público.
Analiza la calidad de la infraestructura circundante, incluyendo calles, aceras y servicios públicos.
Investiga el año de construcción y posibles reformas anteriores.
Analiza la calidad de los materiales y revestimientos para estimar la edad y condiciones generales.
Verifica la presencia de patologías estructurales y evalúa su gravedad.
Considera la necesidad de reformas y su impacto en el espacio construido.
Examina el estado de las instalaciones, especialmente en edificios antiguos.
Evalúa la posibilidad de reformas y su viabilidad, considerando las limitaciones del código de planeamiento.
Recopila planos e información relevante.
Verifica la conformidad con el código de planeamiento, especialmente en caso de reformas o construcciones adicionales.
Adaptado al propósito de la propiedad, desarrolla un plan de necesidades específicas.
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